Poco antes de alcanzar Betancuria, a través de la carretera FV-30, se encuentra el conocido como mirador de Guise y Ayose. En él se alzan dos imponentes estatuas de bronce en representación de los que fueran Reyes de la isla antes de la invasión y posterior conquista castellana de Fuerteventura: Guise y Ayose.

En el pasado, la isla estaba dividida en dos reinos, Jandía y Maxorata, gobernados por los mencionados reyes, y justo en esta zona se encontraba un gran muro defensivo que separaba los dos reinos.

El Mirador se encuentra justo en la carretera FV-30, que sube en dirección a Betancuria, y desde él se obtienen unas insuperables vistas tanto el Valle de Betancuria como de la mitad norte de Fuerteventura, llegando a divisarse, en la distancia, la popular localidad de El Cotillo y los pequeños pueblos que hay esparcidos por la zona norte.

Es uno de los miradores más populares de Fuerteventura, junto al mirador de Morro Velosa, que se encuentra en sus alrededores.

Las esculturas miden aproximadamente 4 m. de alto y su autor es el artista Emiliano Hernández.