La playa de Garcey ganó popularidad en Fuerteventura por el barco que permanecía varado en sus costas desde 1994.

En la actualidad ya no queda nada de aquel barco, el SS America, que permaneció en su costa durante más de dos décadas y acabó convirtiéndose en una atracción turística de la zona. Pero queda Garcey, una playa aislada y salvaje que asoma en la costa occidental de Fuerteventura, muy solitaria y de fuerte oleaje.

Llegar a ella no es tarea fácil, hay que hacerlo mediante la FV-605, y tomar un desvío hacia un camino de tierra y debidamente señalizado como La Solapa-Garcey. Después de recorrer unos cuantos kilómetros por este camino nos encontraremos con la playa.